En España, los regímenes de visitas para los abuelos están regulados por el Código Civil y son considerados un aspecto importante del derecho de familia. Los abuelos tienen el derecho legal a mantener una relación con sus nietos, y pueden solicitar un régimen de visitas si consideran que no se les está permitiendo mantener un contacto adecuado con ellos.

Desgraciadamente es habitual solicitar un régimen de visitas como abuelo en casos en los que se ha producido una ruptura en la familia y tus hijos (los padres de tus nietos) no te permiten ver a tus nietos o has perdido el contacto con ellos por alguna razón. También puede ser el caso en situaciones en las que tus hijos fallecen y la otra parte (la familia del otro progenitor) no te permite ver a tus nietos. Para solicitar un régimen de visitas como abuelo, te recomendamos contar con nuestro apoyo y seguimiento legal, seguiendo estos pasos:

  • Recopilación de pruebas que demuestren la relación positiva que tienes con tus nietos y cómo la falta de contacto afecta negativamente su bienestar. Esto puede incluir fotografías, mensajes, testimonios de terceros, entre otros.
  • Solicitud formal ante el juez para establecer un régimen de visitas. En esta solicitud, se presentarán argumentos y pruebas que demuestren la relación positiva que tienes con tus nietos y cómo la falta de contacto afecta negativamente su bienestar.
  • Audiencia judicial: Es probable que se celebre una audiencia judicial para analizar el caso. En esta audiencia, tú y los padres de tus nietos tendrán la oportunidad de presentar sus argumentos y pruebas ante el juez.
  • Decisión judicial: El juez evaluará la solicitud y tomará una decisión basada en el interés superior de los niños. Si se determina que el régimen de visitas con los abuelos es beneficioso para los niños, se establecerá un régimen que permita el contacto adecuado entre abuelos y nietos.

Es importante tener en cuenta que la decisión final del juez puede variar según las circunstancias específicas de cada caso. El objetivo es siempre proteger el bienestar de los niños y garantizar que mantengan una relación significativa y positiva con sus abuelos, siempre que sea en su mejor interés.